Constelaciones familiares

Estas creencias o filtros con los que vemos la realidad han sido cultivados generación tras generación sin cuestionamiento.

Este conflicto, somatizado o verbalizado por un miembro de la familia, permite la sanación en todas las direcciones: hacia los ancestros y hacia los que vienen.

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Desde una mirada experiencial como representante y facilitadora, las constelaciones familiares son un viaje hacia nuestro ser más íntimo. Uno va descubriendo y eligiendo con mucha claridad si las maneras de relacionarse con el mundo y con uno mismo aportan o disminuyen a nuestra felicidad. Volvemos a transitar los momentos difíciles de la vida, donde nos quedamos perplejos y congelados en el trauma; sin embargo, la diferencia es que ahora podemos reconocer que tenemos los recursos para resignificar aquello que dolió, que no fue o que nos arrebataron. Ahora podemos integrar aquello que no pudimos simplemente porque hoy no somos los mismos de antes. Nuestra naturaleza intrínseca es infinitamente espaciosa y puede contener todas las experiencias traumáticas sin que esto represente un conflicto. Es posible contener el conflicto con serenidad, es posible recuperar el bienestar y la sanidad mental en medio de la desazón. Es posible poder contenernos en lo más luminoso y lo más traumático de nuestra historia.